“Itzel se aventura por el inframundo maya en busca de su abuela, pero gran parte de su viaje se convierte en una reconexión con sus raíces.” En esta cita de Ian Gibson podemos entender lo que este ilustrador beliceño busca con su obra: “tender un puente entre el mundo antiguo y el presente”. Para él, los niños conectan profundamente con narrativas que evocan sus orígenes, y es ahí donde la literatura puede ofrecer una forma poderosa de reconexión cultural y personal.
Así lo comparte en esta entrevista realizada en el marco de la muestra: “Ilustrando para niños en Centroamérica”, que se llevará a cabo durante el Primer Encuentro de Literatura Infantil Centro de América.
Gibson lamenta que hoy en día los menores, “crecen inmersos en un flujo constante de medios e información, y nunca han conocido otra cosa”, y se considera afortunado por haber crecido en un tiempo antes del internet, los teléfonos inteligentes, y ahora la inteligencia artificial: “el mundo se sentía más pequeño, tenías más tiempo para apreciar sus pequeños momentos y detalles.”
Ian Gibson es un ilustrador y autor beliceño que reside en Benque Viejo del Carmen. Colabora con la editorial Cubola Productions, y es conocido por The Jade Necklace, una serie ilustrada de aventuras fantásticas inspirada en la mitología maya.
Desde tu experiencia como ilustrador y autor, ¿qué importancia tiene acercar a la niñez a los saberes ancestrales desde el arte y la literatura?
Lo veo como un acto silencioso de rebeldía contra las fuerzas globales. En todo el mundo estamos viendo cómo se erosionan las lenguas, las historias y los valores tradicionales, una base que se ha construido a lo largo de generaciones. Todos necesitamos algo que nos ancle en quiénes somos y de dónde venimos. El arte y los libros son de las herramientas más poderosas que tenemos para reconstruir esa base.
Estas historias les dan a los niños un espacio tranquilo para escapar del ruido del mundo moderno y redescubrir ideas que, aunque antiguas, siguen siendo relevantes hoy: el respeto por la naturaleza, la reverencia por los muertos, la importancia del equilibrio y los ciclos.
The Jade Necklace: una exploración del mundo maya.
A nuestro entrevistado, la idea de escribir e ilustrar esta serie lo acompañaba desde hacía años, pero fue una visita a Xunantunich la que finalmente lo impulsó a hacerlo. “Sentí que el mundo tiene tantas otras mitologías dignas de explorar, que para mí, contar una historia inspirada en el mundo maya fue lo más natural”, nos cuenta.
¿Cómo nació esta historia y qué desafíos te planteó representar lo mítico en ella?
El mayor reto fue construir un mundo de fantasía que internamente se sintiera coherente. La “mitología maya” reúne bajo un mismo paraguas a muchos pueblos distintos como los k’iche’, q’eqchi’, y yucatecos, entre otros, cada uno con sus variaciones e incluso contradicciones.
Al final, tomé inspiración de varias fuentes. Pensé en los temas y arquetipos como los ladrillos, y en mis propias ideas como la mezcla que rellena los huecos y mantiene todo unido.
También le eché un montón de chistes, porque no pude evitarlo. Uno de mis mayores deseos con The Jade Necklace es que inspire a los lectores a querer saber más sobre la mitología que hay detrás de la historia, y que exploren ese mundo por sí mismos, como hice yo.
Ian Gibson en la muestra “Ilustrando para niños en Centroamérica”
Ian es uno de los ilustradores que participará en la muestra “Ilustrando para niños en Centroamérica” y expresa sentirse afortunado de “estar entre artistas y narradores que, cada uno a su manera, están ayudando a definir esa identidad emergente.”
Para él, espacios como Centro de América son fundamentales porque permiten integrar miradas diversas dentro de la región. En particular, destaca que países como Belice —históricamente vistos como la “oveja negra” por su pasado colonial británico— encuentran aquí la posibilidad de formar parte activa del tejido centroamericano: “Estamos empezando a abrazar nuestro lugar en la familia centroamericana, aunque seamos el primo raro.”
Ian también reflexiona sobre el carácter liminal de Centroamérica: “Muchas veces ha sido pasada por alto. Somos un istmo entre continentes, donde ni siquiera parece haber acuerdo sobre a cuál pertenecemos.” Pero es precisamente en ese “estar entre” donde, según él, “empezamos a forjar una identidad propia.”
Hacia una narrativa visual centroamericana en construcción
Para Ian Gibson, esta narrativa no solo existe, sino que está cobrando fuerza. A pesar de su tamaño, Centroamérica es una región rebosante de vida silvestre, diversidad cultural y relatos con un carácter propio. “En mi caso, me encanta incluir animales centroamericanos en mi trabajo —jaguares, tapires, coatíes, iguanas— porque forman parte de la vida cotidiana aquí.” Ante tanta naturaleza viva, dice sentirse como dentro de una “película animada”, donde “esa riqueza tropical de nuestro mundo realmente se cuela en nuestro arte y nuestras historias.”
Ian cree que, al entrelazar folclore, mitología y naturaleza, es posible: “crear cuentos que enseñen a los niños a respetar su herencia y el mundo que los rodea, y a la vez abrazar lo que nos hace únicos y lo que nos une como centroamericanos».
Algunas obras que se expondrán en la muestra: “Ilustrando para niños en Centroamérica”